El Tupinambo, un tubérculo poco conocido con múltiples propiedades medicinales

 

El tupinambo es un tubérculo comestible, originario de América del Norte de forma alargada, su tonalidad varía entre el blanco, el burdeos y el marrón. Llegó a Europa en el siglo XVII, y durante tiempo fue un alimento muy consumido, hasta que la patata lo relegó a un segundo plano. Llama la atención por sus atractivas flores amarillas, son parientes del girasol pero más pequeñitas y abundantes.

Es una planta que florece con frecuencia en los jardines y los adorna, y mucha gente ignora que sus tubérculos son una delicia.

Su raíz tiene una forma alargada y anudada, mide más o menos 10 centímetros y su color puede variar entre el blanco y el rojo o el morado o marrón.

Su textura es muy parecida a la de la patata, es crujiente en crudo y se ablanda si se cocina. Tiene un sabor suavemente dulzón. Pertenece a la misma familia de la alcachofa, por lo que se asemeja un poco a ella.

Su cultivo se remonta a la época de los amerindios (indios americanos), mucho antes de la colonización de los europeos. También se le conoce como pataca, turma, aguaturma, canaria, alcachofa de Jerusalén, castaña de tierra, batata de caña, criadilla de agua, batata tupinamba, etc.

Tupinambo-planta

Propiedades

  • Tiene propiedades diuréticas, muy apropiadas para personas que padecen reumatismo y retención de líquidos.
  • Para la diabetes: por su alto contenido en inulina, regula el nivel de azúcar en la sangre de pacientes con diabetes. El tubérculo contiene además de fibra, minerales que colaboran con la acción antidiabética, como cobre, magnesio, manganeso y cinc.
  • Para adelgazar y la salud cardiovascular: es un alimento adecuado que puede sustituir a la patata en dietas de adelgazamiento. La fibra dietética que contiene aporta sensación de saciedad a la hora de comer, y junto con su bajo contenido en grasas, es un buen aliado en dietas para la obesidad. La fibra que contiene es depurativa, disminuye el colesterol porque captura parte de la grasa ingerida impidiendo así su absorción. Estas características lo hacen un alimento adecuado para personas con enfermedades cardiovasculares.
  • Regulador intestinal: la inulina forma parte del grupo de la fibra prebiótica, es decir, que en el intestino fermenta, mejorando el ritmo intestinal, y manteniendo la flora intestinal saludable.
  • Su contenido nutricional consiste aproximadamente en un 15% de proteínas, 9% de azúcares o carbohidratos y un 4% de fibra. Tiene muy poca grasa, apenas el 1%, pero son ricas en diversas vitaminas y minerales.


Partes y formas de consumo

La parte comestible de este vegetal son las raíces (tubérculos), los cuales se pueden comer  hervidos o en vinagre.

 

¿Cómo usarlo en la cocina?

Puedes elaborar con este tubérculo casi los mismos platillos que elaboras con el jengibre: sopas, aguas, guisados, arroz, etc.. Puedes cultivarlo enterrándolo en una maceta profunda y dejarlo crece. Se cultiva fácilmente y soporta temperaturas altas y bajas.

 

Efectos secundarios

La alcachofa de Jerusalén debe estar dura, sin abolladuras, y se debe conservar en un lugar fresco y seco, evitando el contacto con el aire.

Tiene una pulpa carnosa y blanca, y un sabor muy agradable y delicado al paladar, siendo similar al sabor de las clásicas alcachofas.

En la cocina, es una alimento muy versátil, ya que se puede consumir cruda para no perder ninguna de sus propiedades nutricionales, en rodajas, en ensaladas, rallada o simplemente condimentada con aceite de oliva virgen extra o limón. También, es ideal para preparar en el horno, hervida e, incluso, en puré.

En cualquier caso, es importante no excederse con las cantidades diarias para evitar que el cuerpo sea incapaz de absorber la inulina presente en este alimento. El consumo excesivo de este vegetal, de hecho, puede provocar diarrea, dolor abdominal, gases y distensión intestinal.

La dosis diaria recomendada para un adulto es de 200 gramos, lo que corresponde a una alcachofa de tamaño mediano.

 

Receta: Suflé de Tupinambo

Rinde: 2 o 3 personas

 

Ingredientes:

  • 200 gramos de tupinambos pelado
  • 2 yemas de huevo
  • 3 claras de huevo
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Medio vaso de leche o de preferencia kéfir
  • Pizca de sal y nuez moscada
  • Pizca de cúrcuma (para darle color)

 

Procedimiento:

  1. Coce los tupis en agua salada. Cuando están tiernos se hacen puré con la mantequilla, el kéfir y los condimentos.
  2. Cuando están templados se le añaden las yemas de huevo y batir, batir, batir.
  3. Con dos huevos o similar se montan las claras a punto de nieve y cuando están se vierten poco a poco en el puré mientras se remueve con cuidado. Bueno, esto tiene cierta base positiva: el suflé subirá cuando se expandan las burbujas de aire que hay en la clara batida por lo que cuanto menos meneos le metas a la espuma mejor. Nunca el puré sobre la clara, siempre al contrario  (evitar la superstición).
  4. Antes habrás pintado con mantequilla el o los moldes donde vayas a hacer el suflé y calentado el horno digamos a 200º C.
  5. A la hora de pintar los moldes es importante hacerlo siempre con pinceladas paralelas a las paredes del recipiente. Se trata de que los canalillos de mantequilla sólida faciliten la subida de la masa. Confiar en que la dirección de un carrilillo de mantequilla va a hacer o no subir un suflé.
  6. Cuando estén rellenos los moldes hasta más arriba de la mitad, al horno.
  7. Cuando metas el molde al horno, tiene que estar encendido solo abajo, esto es porque si tienes el grill puesto se va a tostar –endurecer- la parte de arriba y no va a dejar que lo de abajo empuje y suba.
  8. Si cuando falten diez minutos para sacarlo no se ha dorado por encima estás autorizada a encender el grill.
  9. Una vez que hayas cerrado la puerta del horno, no la abras de nuevo pues la pasta es muy sensible; si se enfría un poco baja, se aplasta y ya no vuelve a subir.
  10. El tiempo en el horno debe ser entre tres cuartos y una hora. No te desesperes pensando que se quemará, permite que se cocine bien.

 

 

⇒ Con información de Botanical Online, Plantas Medicinales.es y Ella Hoy.es

 


Denisse Espinoza