Aprende a usar el lino o linaza y sácale el máximo provecho en beneficio de tu salud

 

La linaza es uno de los alimentos popularizados recientemente por sus propiedades nutricionales y como un gran suplemento para bajar de peso.

Se la considera un grano porque tiene un esquema de vitaminas y minerales similar a éstos; sin embargo, es en realidad es una semilla rica en fibra —unos tres gramos por cucharada—, antioxidantes, ácidos grasos poliinsaturados esenciales… Hasta un 75% de la composición de la semilla contiene Omega 3 pero, además, tiene vitamina E e incluso enzimas digestivas.

Proviene de la planta del lino que, se cree, es originaria de Egipto. Lo que se aprovecha es la semilla que es lo que se conoce como linaza y que se puede conseguir en varias presentaciones, como aceite, en tabletas, molida y la semilla entera.

Propiedades

La linaza es alta en fibra dietética, tanto soluble como insoluble, la que ayuda a regular la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre. También se le asocia con la prevención de la diverticulitis (inflamación de divertículos del colon) y el cáncer de próstata.

La fibra insoluble, además de ayudar al movimiento intestinal, sirve de alimento a la flora bacteriana que ayuda a digerir los alimentos para la mejor absorción de nutrientes.

El ácido linoleico (Omega 3) contenido en la linaza es considerado un ácido graso esencial, debido a que no puede ser sintetizado desde otros alimentos por el cuerpo humano. Según el IX Simposio de Nutrición, el Omega-3 contenido en pescados y mariscos puede ser sintetizado por el cuerpo, aunque no en cantidades suficientes a las requeridas; en cambio, el tipo de ácido linoleico presente en la linaza, canola, nueces y soya no puede ser producido del todo.

El ácido linoleico es necesario para formar eicosanoides antiinflamatorios (Omega 6), que son inflamatorios e inhiben la formación de los otros eicosanoides. Los eicosanoides forman un papel importante en el combate y prevención de artritis, eczema, asma y condiciones de salud relacionadas con los órganos reproductores femeninos.

La linaza también tiene unos componentes llamados lignanos, fitoquímicos que combaten los radicales libres, aportando al cuerpo sus efectos antioxidantes y anticancerígenos.

Nutricionalmente, la linaza es rica en complejo B, magnesio y manganeso. También tiene importantes cantidades de fósforo y tiamina. Tan solo dos cucharadas de linaza proveen el 8% de la fibra dietética recomendada conteniendo tan solo 74 calorías.

¿Cómo tomar la linaza?

La mejor manera de aprovecharla es consumiéndola molida. Aquello se debe a que el aceite se oxida con rapidez debido a su gran porcentaje de grasas insaturadas, mientras que la linaza entera es demasiado dura para que el cuerpo pueda aprovecharla. Lo mejor es comprar linaza entera y molerla en casa, así se sabe con certeza la cantidad y calidad que se consume.

Se la muele y es muy fácil y nutritivo añadirla a ensaladas y otros alimentos ya cocinados, disolverla en agua o jugos y tomarla en ayunas. Incluso se puede hacer bebida o leche de lino: se licúa 250 gramos de semillas en un litro de agua, se cuela, se endulza si se desea… ¡y está lista para beber!

También se puede usar en recetas como sustituto de huevo (emplea una cucharada de linaza y tres de agua por cada huevo), o como sustituto de grasas (tres cucharadas de linaza y dos de agua por cada cucharada de mantequilla). La linaza molida reduce los tiempos de cocción pues provoca que los alimentos se doren más rápido y es resistente a altas temperaturas.

 

 

 

Denisse Espinoza