Conoce un poco más del OM, un símbolo tan popular y misterioso a la vez

 

Muchas personas lo conocen, pero pocas saben realmente de qué se trata este símbolo. El OM es uno de los Mantras más sagrados del Hinduísmo y Budismo, y está muy relacionado con el yoga y la meditación, es la vibración primordial de todo el Universo.

Om es un mantra o vibración, que tradicionalmente se canta al principio y al final de las sesiones de yoga. Este Mantra se considera que tiene un alto poder espiritual y creativo.

Es a la vez un sonido y un símbolo rico en significado y profundidad, es la combinación de lo físico con lo espiritual. Pronunciado correctamente suena como AUM.

 

¿Por qué cantar el OM?

Todo en el Universo está vibrando, ¡nada está realmente quieto! El sonido OM, al ser cantado, vibra a la frecuencia de 432 Hz, que es la misma frecuencia de vibración de todo lo encontrado en la naturaleza.

Om es el sonido básico del Universo, de modo que al cantarlo, estamos simbólica y físicamente sintonizando con ese sonido y reconociendo nuestra conexión con todos los seres vivos, la naturaleza y el Universo.

Además, las vibraciones y la pronunciación rítmica también tienen un efecto físico sobre el cuerpo, ya que ralentiza el sistema nervioso y calma la mente, un efecto similar a la meditación. Cuando la mente se relaja, la presión arterial disminuye, mejorando la salud de tu corazón.

Por último, es también una manera de delimitar el momento de la práctica del resto del día, y señalar que este es un momento especial en el que cuidas de ti de manera consciente.

 

¿Cómo se usa el Om?

Respira profundo, llena tus pulmones, y libera el aire para limpiar la mente de todo pensamiento. En tu segunda respiración, exhala el aire pronunciando a conciencia los sonidos, finalizando con la M duradera hasta agotar el aire de tus pulmones, y permaneciendo algunos segundos en silencio antes de volver a inhalar y repetir todo el ciclo.

 

 

Meditación con el Om

Para meditar con el OM, concentrar tus energías y retomar la conexión con lo divino, no necesitas ser un Yogui experimentado, sOlo debes hallar un sitio tranquilo, un momento a solas, en calma, en una habitación de luz tenue y sin sonidos que te interrumpan.

Siéntate en una posición cómoda, con las piernas cruzadas y la espalda recta. Respira lenta y profundamente, contando hasta cuatro en cada inhalación, manteniendo por cuatro, exhalando en cuatro y dejando los pulmones libres de aire en cuatro tiempos más.

Hazlo algunas veces hasta sentirte relajado, conforme tu mente se va vaciando de pensamientos y tu cuerpo se relaja y oxigena.

 

 

¿Cuándo practicarlo?

Se recomienda recitar el OM para aumentar la energía del cuerpo sutil, luego de una intensa meditación. Esta semilla se sembrará en tu mente iluminada y mantendrá a Bodhichitta (mente clara de los budistas tibetanos), permeable y alerta.

Al pronunciarlo sentirás la apertura del centro ajna, que revelará su color azul índigo violeta. Déjate bañar por la vibración sonora y cromática. Observa cómo en el interior de tu frente manchas de color violeta suspenden los pensamientos y te abres hacia la mente sin límites, al espacio del chidakash dharana.

Permanece y profundiza en ese espacio ilimitado. Abre tu mente, capa , tras capa, libera tus condicionamientos mentales, para recibir en tus manos la sabiduría de tu mente intuitiva, que a partir de hoy será la compañera de tu mente mente racional.

 

 

 

 

 

 

Denisse Espinoza