6 tips de relajación para calmar la ansiedad y el nerviosismo

 

Mucha ansiedad, nerviosismo y estrés pueden ocasionar problemas en la vida diaria y tener efectos dañinos en la salud. Si sufres de ansiedad, es importante encontrar una manera de liberar algo de esa ansiedad y traer un poco de paz a tu cuerpo y mente.

Controlar los nervios en esas situaciones de crisis es posible, solo hay que poner en práctica unos sencillos consejos.

 

Tragar saliva

Cuando estás ante una situación que te pones muy nervioso, de manera casi inmediata se te seca la boca. Esto sucede porque se activa el sistema nervioso simpático, que es el que te pone en alerta ante una situación de peligro, del mismo modo que pasa con los animales cuando están en riesgo.

Este tip te va a permitir conseguir una relajación rápida y discreta, lo puedes realizar en cualquier momento y lugar, incluso si estás con más gente.

¿Qué hacer?

En cuanto notes la boca seca empieza a mover la lengua y a imitar el movimiento de masticar para generar saliva de nuevo. A medida que la sientas en la boca, la irás tragando hasta que el sistema nervioso se equilibre, sin duda una manera sencilla y práctica.

 

Respirar con conciencia

Cada vez se pierde más la conciencia sobre la importancia de la respiración. Una acción que debería ser el motor de la vida se está convirtiendo en algo que tienes bloqueado y limitado, a pesar de ser vital.

La respiración no únicamente te permite vivir, sino que también regula tu equilibrio nervioso.

Si en general ya respiras de manera insuficiente, ante una situación de crisis la minimizas más.

El segundo tip para relajarte y recuperar la serenidad consiste en combatir esta inercia del organismo.

 

¿Qué hacer?

Si tienes la oportunidad, te sientas o tumbas. Si no, lo realizas de pie.

Cierra los ojos y concéntrate en la respiración. El movimiento natural y completo de la respiración debe llenar primero la parte baja, es decir, la barriga, y después ascender a los pulmones para llenar el pecho.

Para expulsar el aire lo harás a la inversa, desinflando los pulmones y luego la barriga.

Respira con lentitud, con una mano en la barriga y otra en el pecho para percibir mejor el movimiento.

Lo harás sin forzar, dejando que el tórax se llene de manera natural cada vez más.

 

 

Masaje en el pecho

Algunas personas tienen tendencia a sentir una opresión en el pecho cuando sufren niveles altos de estrés o nerviosismo. El corazón y la musculatura que le recubre (el pericardio) sufren de manera importante las situaciones que te golpean  de manera repentina o intensa.

Este tip, está centrado para relajarte tomando como punto de partida el pecho, es perfecto para quienes padecen opresión en momentos de crisis.

 

¿Cómo lo haces?

Es mejor hacer este ejercicio acostado para poder hacer más presión sin cansarte, pero también lo puedes hacer de pie o sentado.

Coloca la palma de una mano abierta en el centro del pecho, encima del esternón. Si puedes lo haces directamente sobre la piel. Encima coloca la otra mano para ayudar a aplastar.

Presiona para poder mover la piel. No es una caricia, sino que debes movilizar los tejidos que recubren el pecho, que se contracturan con el estrés. Realiza círculos con lentitud, en el sentido de las agujas de un reloj.

 

 

Rescate a mano

El rescate es como se conoce a un remedio a base de Flores de Bach que te permite notar una gran mejoría de manera casi inmediata en todo tipo de situaciones difíciles, además te facilita actuar con más calma y reflexión.

Puedes comprar este preparado en herbolarios y farmacias y llevarlo siempre a mano para cuando lo necesites.

 

¿Cómo lo tomas?

Puedes tomar rescate durante horas, días o semanas, pero no debería ser un tratamiento, ya que está pensado para situaciones agudas. Para cuestiones crónicas o temporales puedes tomar un preparado floral personalizado y adaptado a tu situación particular.

Toma cuatro gotas de rescate bajo la lengua cada cinco minutos, media hora, una hora, etc. Hasta que notes mejoría. No hay riesgo de sobredosis.

No tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, y también lo pueden tomar los niños y las mujeres embarazadas.

 

 

Meditación

Es una manera simple de calmar la ansiedad, relajar el cuerpo y la mente.

Para poder meditar, lo primero que debes hacer es encontrar un lugar tranquilo donde nadie te moleste hasta que termines. Es importante que no te distraigas para que te puedas tranquilizar tu mente.

¿Qué hacer?

Siéntate en una superficie plana y cómoda como el suelo o en una silla que te mantenga la espalda derecha.

Inhala lentamente a través de tu nariz y exhala a través de tu boca. Trata de concentrarte en nada mas que tu respiración y trata de limpiar tu mente de todo tipo de pensamientos. Puede llevarte trabajo hacerlo por completo, así que ten paciencia.

Evita meditar sobre la cama ya que podrías quedarte dormido.

 

 

Relajación progresiva del músculo

Es una muy buena manera de aliviar la ansiedad. Esta técnica involucra tensionar y aflojar los grupos musculares en el cuerpo, comenzando por los dedos de los pies y trabajando de la cara hasta la cabeza.

 

¿Cómo hacerlo?

Debes comenzar sobre una superficie plana en una área tranquila. Quítate tus zapatos y afloja cualquier tipo de prenda restrictiva. Comienza tensionando los músculos de tus pies y manténlo durante diez segundos, luego afloja.

Realiza lo mismo con tus pantorrillas, muslos, nalgas, espalda, etc. La relajación progresiva de los músculos no solo te ayudará a liberar la tensión muscular sino que también a reconocer la tensión en tu cuerpo y de esta forma saber que necesitarás relajarte.

 

 

 

⇒ Con información de E How, Mejor con Salud y Te Interesa

 

 

Denisse Espinoza