#VeggieConsejos para viajar por el mundo y no morir en el intento

 

¿Eres vegetariano? ¿Estás a punto de emprender un viaje hacia un lugar desconocido? Antes de comenzar a armar las maletas considera informarte acerca de los diferentes tipos de alimentos que puedes consumir en ese lugar, tanto frutos secos o semillas, como ensaladas, verduras, legumbres, hidratos de carbono o setas típicas de la región o de la zona.

Será entonces más fácil para ti poder prepararte un menú nutritivo que te permita continuar con tu dieta. También existe siempre la posibilidad de degustar ciertos platos típicos y manjares libres de proteínas animales en restaurantes o lugares de comida locales. Aunque muchos no hayan reparado en ello, en todos los países hay muchos platillos tradicionales aptos para vegetarianos.

Encuentra en este artículo una breve guía con platos que puedes saborear sin problemas de conciencia. La mayoría son 100% vegetales y exquisitos, y en unos pocos existe la posibilidad de retirar la carne o el pescado que llevan; son adecuados incluso para carnívoros que prefieran no aventurarse a comer animales en otros países, como la modelo brasileña Gisele Bundchen, quien lo hace así cuando viaja fuera de su país ya que prefiere evitar comer animales cuando no sabe en qué condiciones se han criado.

Aunque nos encantaría, no podemos aconsejarte o darte alternativas para cada uno de los 194 países del mundo, pero lo que sí intentaremos a continuación es darte pautas generales de platos, comidas e ingredientes apropiados para ti en las diferentes zonas y regiones del planeta:

 

Si viajas a la India…

pakoras

En este país –que es tan grande que es toda una región- vas a tener la suerte de encontrarás prácticamente todo tipo de verduras para realizar platos riquísimos llenos de vitaminas; eso sí, procura aderezarlos moderadamente con las especias que allí encontrarás si es que no estás acostumbrado a su intenso sabor. Otra locura fantástica y obligada en este país es ir al mercado a averiguar cada ingrediente y observar la gran cantidad de especias y sus increíbles colores.

No puedes perderte el arroz basmati, ya que su sabor refinado queda bien con todo lo que le eches; las pakoras, que son verduras rebozadas con harina de garbanzo; la leche de coco, que la añaden a casi todos los platos; el aloo masala, unas patatas muy especiadas; las koftas, que unas albóndigas vegetales con las que puedes innovar incluyendo otras verduras y especias; la masoor dal, una receta de sopa bengalí con lentejas rojas; o el pan indio sin levadura, llamado chapati.

Hay muchas, muchísimas más alternativas para elegir. Quizá lo mejor sea que adquieras un recetario de comida hindú para acercarte a su gastronomía y conocer las diferentes alternativas existentes.

 

Si viajas a Europa Occidental…

ratatouille

La cocina europea es tan diversa como la cultura de este pequeño pero heterogéneo continente, y sin embargo tiene una base de ingredientes muy similar a la de la cocina latinoamericana. Alternativas vegetarianas no te harán falta en este rincón del planeta en el que además podrás degustar de estupendas preparaciones que son parte de los favoritos hasta de los amantes de la carne.

Algunas opciones que no puedes dejar pasar son el tumbet, el gazpacho y una gran variedad de tapas, en España; las bruschettas, y diversas clases de pizzas, pastas y risottos libres de carne, en Italia; el famoso ratatouille y los quiches en Francia; el klöße, germknödel, dampfnudel y la sopa de patata, en Alemania; la moussaka, la horiatiki salata, la fasolada y las dolmades, en Grecia; entre muchos muchos otros.

 

Si viajas a Europa del Este…

borch

Por desgracia, allí hay demasiados platos con carne o pescado, pero las opciones son realmente fáciles de hacer o de pedir en cualquier lugar. Al igual que en Europa Occidental, mencionaremos solo algunos países, así que no está de más que revises antes la gastronomía popular del país al que vas a viajar.

En Bulgaria, no puedes dejar de probar una sopa fría llamada tarator, hecha con yogurt, nueces, pepino y eneldo; la ensalada shopska, elaborada con tomates, peino y queso. En Rusia es tradicional el borsch, una sopa a base de remolacha a la que por suerte allí no le echan carne (en los países vecinos sí lo hacen); también lo es la sopa schi, cuyo ingrediente principal es la col, así como el grechka, los famosos blinis (parecidos a los crepes que puedes encontrar por todas partes y con rellenos vegetales también).

En la República Checa es recomendable probar la kulajda, una sopa caliente de patatas, champiñones y eneldo; los bramboráky, unas tortillas fritas a base de puré de patata; o el vánočka, un postre parecido al panettone italiano que contiene huevo, mantequilla, pasas, almendras, nuez moscada, cáscara de limón, etc. En general, es una cocina en la que se usa mucho la remolacha, la patata, la col, la cebolla o el eneldo.

 

Si viajas a Asia…

lumpia

Allí encontrarás una de las cocinas más interesantes por sus sabores y sus colores. Al igual que la hindú, la mezcla de verduras con hidratos de carbono es muy usual cocinados en wok, así que no tendrás ningún problema en el aspecto gastronómico.

Algo común a todos los países son los noodles, fideos de arroz o habas mung, que han llegado a occidente en forma de fideos de trigo; el zongzi chino, que es un arroz relleno de judías y enrollado en hoja de bambú; el tofu es omnipresente en muchos platos orientales, al igual que el tempura de verduras, especialmente en Japón donde también son populares las gyoza o empanadillas de verduras.

Los chiles, los ajos o el jengibre son habituales en la gastronomía china. En Indonesia son populares los rollos de primavera llamados lumpia, que llevan todo lo que quieras incluir, o el nasi goreng que es un arroz frito con verduras salteadas que puede incorporar pollo, camarones o huevo pero que siempre puedes apartarlos.

 

Si viajas a África…

cuscus

Por desgracias, la cocina africana es la gran desconocida aunque tiene mucho que decir y su originalidad y sus especias son de lo más codiciado.

En los países del norte es típico el cuscús, a base de sémola de trigo acompañada de aceitunas, aceite de oliva, nuez moscada, azafrán, jengibre, canela, o clavo de olor, entre otras especias; el ugali es otro plato muy usual que contiene maíz y acompaña a cualquier tipo de guisos o sopas. Los plátanos verdes al vapor o matoke son originales del Este de África, así como el bambara, uno de los postres típicos de este continente, especialmente de sus regiones centrales, y está compuesto de granola de arroz, mantequilla de maní y azúcar.

En Nigeria prueba el efo riro, una sopa de verduras; en Mozambique, la matapa con hojas tiernas de yuca, mezclada con ajo, harina de yuca y anacardos, y acompáñala de pan, arroz o sencillamente disfrútala sin guarnición. No te vayas a ir sin dar un bocado a el injera, un pan esponjoso de harina de teff (muy nutritivo y sin gluten). En África se cocina mucho con mijo, un cereal muy enérgico.

 

Si viajas a América Latina…

humita

Al igual que en Europa Occidental, su variedad gastronómica es infinita, con el plus de que su geografía le da además un toque especial muy herbal y aromático a los platillos, que huelen a cilantro, guacamole o chile. El picante es algo normal en estas latitudes así que, aunque siempre te dirán que no pica o que pica poco, una buena práctica es preguntar siempre antes de ordenar.

Las arepas, los tequeños o empanadas son platos similares en los diversos países, aunque van rellenos siempre de diferentes ingredientes. Las alubias negras son muy apetitosas, y en general puedes degustar toda clase de legumbres o papas cocinadas de las mil y una maneras. Prueba el arroz verde y las diferentes clases de pimientos que existen por toda América.

¿Unas pocas sugerencias? No dejes pasar el locro de queso en Colombia; las humitas, los bolones (de queso), los muchines, el maduro lampreado y demás pequeñas delicias callejeras en Ecuador; las papas a la huancaína en Perú; los porotos granados en Chile; la sopa de invierno en Bolivia; las arepas en Venezuela; la polenta catalina en Argentina; y muchas más.

Y algo más: en toda América Latina, pero en las regiones andinas especialmente, no olvides probar la inmensa variedad de cereales deliciosos y nutritivos como la quinoa o el amaranto, o su mezcla como el gofio.

 

 

* Con información de Conciencia Eco

 

 

Denisse Espinoza