Una improvisada silla de ruedas da una segunda oportunidad a una tortuga

 

Los humanos han desarrollado una serie de aparatos y prótesis para sobrellevar la pérdida del uso de algunas partes del cuerpo, pero para los animales no hay algo como tal. Este es el caso de Blade, una tortuguita que nació con varios problemas, entre ellos un trastorno de crecimiento, que no podía caminar hasta que le fue instalada una silla de ruedas hecha con juguetes Lego.

Los trastornos de Blade provocaron que sus miembros no crecieran de manera correcta y sean muy débiles como para poder sostenerse a sí misma y caminar. Su propietaria, Iris Peste, notó su torpeza y lo mucho que luchaba para poder moverse.

El veterinario Carsten Plischke decidió intentar hacerle una silla de ruedas poco convencional. Él tomó prestadas algunas piezas de Lego de su hijo y adhirió dos juegos de ruedas a la parte inferior del caparazón de Blade. De esta manera, la tortuga puede utilizar sus patas para impulsarse y avanzar.

Quizás no sea una forma de recuperar el uso de sus extremidades de forma permanente pero sin duda hará más feliz a esta tortuga que, sin ayuda de su dueña y el veterinario, su calidad de vida no sería la misma.

No es la primera vez que alguien improvisa un aparato especial para ayudar a animalitos con algunos defectos congénitos o adquiridos pero es una suerte que la tecnología ahora sirva para ello.

Esta tortuga recuerda al hermoso TurboRoo, un chihuahua que nació sin las patas delanteras y al que adaptaron un carrito impreso en 3D que le devolvió la movilidad. Hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar la vida de los animales que acompañan nuestras vidas, lo primero es ser un dueño responsable y de ahí muchas cosas buenas saldrán.

Fuente: Veo Verde

 

Denisse Espinoza