Algunos alimentos vienen con la advertencia de 'refrigerar luego de ser abierto' como el yogur o la leche, pero existen otros tipo de alimentos que no vienen con instrucciones y terminamos adivinando que deberíamos hacer con ellos, como las verduras y frutas, con las que utilizamos el sentido común y las colocamos en la heladera para alargar su vida útil.