¿Qué hacer en la Isla Santa Cruz, Galápagos?

En esta guía les contaremos las actividades que pueden hacer en la Isla Santa Cruz, tanto por cuenta propia como en tour, y les daremos ciertas recomendaciones para aprovechar mejor su estadía desde el primer día que llegan a Galápagos.

  • Fecha del viaje: mayo 2019

Les hablaremos desde los requisitos que deben conocer antes de visitar las Islas Encantadas, hasta cómo llegar a los sitios más emblemáticos de Santa Cruz, pasando por el tema de hospedaje, dónde encontrar comida económica –y deliciosa– y nuestras recomendaciones a la hora de escoger algún tour con cualquier agencia.

¿Cómo ingresar a Galápagos, y cuánto cuesta?

El día de nuestro vuelo, llegamos al aeropuerto de Guayaquil por la mañana (recomendamos volar lo más temprano posible para aprovechar el tiempo desde el primer día. Allá es una hora menos que en el continente). Compramos los tickets aéreos con Latam semanas antes, pagando USD $230.00 cada uno sin maleta en bodega (para los ecuatorianos resultan más baratos los pasajes). Días antes decidimos llevar solo una, pagando USD $30.00 adicionales.

Antes de pasar por el counter de check in, debemos hacer la fila en las oficinas de Migración Galápagos para pagar la Tarjeta de Control de Tránsito (TCT), cuesta USD $20,00 por persona (tanto extranjeros como nacionales). Nosotros hicimos el pre-registro desde internet y así ganamos tiempo a la hora de pagar en el mostrador.

En una hora y media aterrizamos en la Isla Baltra, donde se encuentra uno de los dos aeropuertos que reciben vuelos desde la parte continental del país. El otro se halla en la Isla San Cristóbal, donde también les aconsejamos ir, haciendo clic aquí pueden conocer todo lo que se puede hacer allá.

Al pasar el control, pagamos USD $6.00 por acceder a Galápagos, ya que es un Parque Nacional. Los extranjeros deben pagar USD $100.00 por persona. Al parecer, los ciudadanos pertenecientes a países miembros del Mercosur, pagan USD $50.00 (aunque no estamos 100 % seguros, mejor es averiguar para no llevarse una sorpresa).

Como el lugar de aterrizaje se encuentra aislado, debemos tomar un bus hasta el canal de Itabaca con el propósito de cruzar hasta la Isla Santa Cruz, dicho bus (de la empresa Lobito) cuesta USD $5.00 por pasajero –al regreso deberán pagar el mismo valor– y tarda cerca de 10 minutos, atravesando un paisaje desértico con piedras volcánicas y cactus hasta llegar al muelle.

Luego nos embarcamos en un ferry que navega sobre las celestes aguas del archipiélago, y en menos de cinco minutos llegamos al otro lado, habiendo pagado USD $1.00 por el viaje. Una vez que tocamos suelo, debemos dirigirnos hasta la parte del centro, más conocido como Puerto Ayora, donde se hallan los hospedajes, restaurantes, locales comerciales, tiendas, etc.

Es el punto donde se conjuga toda la actividad de la isla. Existen dos formas de ir hasta allá desde el canal:

  • La primera es tomando un taxi particular, el cual tiene un precio de USD $25.00 y caben cuatro personas, tarda alrededor de media hora en completar los 42 km que nos separan de Puerto Ayora, y te deja en la puerta del hotel.
  • La otra es embarcándose al bus local por USD $5.00 y viajar durante una hora hasta llegar varias cuadras atrás de la calle principal.

Desde ese punto, se puede caminar sin problema hasta cualquier hospedaje, o tomar un taxi (por lo general son camionetas blancas) por USD $1.50, ese es el precio regular por movilizarse en el centro de Santa Cruz.

El siguiente paso es dejar las mochilas en el hotel y salir. Somos de la idea de que Galápagos no es un destino para venir a relajarse, aquí tendrás que caminar, nadar, madrugar, hacer snorkel, volver a caminar bajo el sol, y así sucesivamente.

¿Qué hacer en Santa Cruz?

Existen varias actividades que se pueden realizar por cuenta propia, sin embargo, hay otras en las que es obligatorio tomar un tour y viajar acompañado por un guía certificado del Parque Nacional.

En nuestro caso, desde la tarde del primer día, aprovechamos para disfrutar de la isla. Caminamos hasta la Playa de La Estación, la más cercana al centro, se encuentra en la vía que conduce hacia la Estación Científica Charles Darwin, donde se puede tomar un pequeño sendero interpretativo y ver el cuidado de las tortugas.

A la entrada de la playa, es posible estacionar las bicicletas (muchos turistas las alquilan para recorrer la isla), para atravesar a pie los pocos metros que nos separan de la orilla, y contemplar el paisaje costero. A lo lejos están las lanchas y botes. El mar es ligeramente agitado, pero se puede nadar o hacer snorkel sin problema (esquivando las rocas en la arena).

Sentimos el agua en su punto, pero la veíamos turbia a través de los visores, aún así, nadando hasta la boya, vimos una tortuga marina. Hay árboles que brindan sombra y pequeñas bancas improvisadas con madera. Se puede permanecer aquí desde las 06:00 Am hasta las 06:00 Pm.

Para volver hacia el centro de Puerto Ayora, lo hicimos a pie, pasando primero por un pequeño Jardín de Cerámica –con vista hacia los barcos–, seguido por el pequeño muelle donde los pescadores venden lo que consiguieron del mar. Lo llamativo del lugar es ver a los lobos marinos y pelícanos tratando de robarse una porción de la pesca.

En otra ocasión, antes del mediodía, caminamos hasta el muelle de pasajeros de Santa Cruz y tomamos un bote taxi (USD $0.80 por cada uno) para cruzar al otro lado y llegar a Las Grietas. Son casi 20 minutos andando, pasando primero por la Playa de Los Alemanes, la cual recomendamos dejar para el regreso.

Bote taxi en Santa Cruz

Como el nombre lo dice, se trata de una grieta angosta con varios km de longitud y con enormes paredes rocosas, por en medio pasa el agua y es un sitio ideal para el snorkel. Aquí se mezcla el agua de lluvia con la del mar, quizás por tal razón (y por que el sol no penetra tanto) su temperatura siempre es helada.

 

Las Grietas

Dejamos nuestras mochilas en los colgadores de madera y nos lanzamos desde el pequeño muelle. Recomendamos traer a Galápagos tu propio equipo de snorkel para no alquilar cada vez que los necesites, y visitar las Grietas a las doce en punto, ya que los rayos del sol caen en línea recta desde arriba, provocando un efecto de luces dentro del agua.

Nadamos hasta la parte final, donde primero se debe atravesar con precaución un trecho rocoso (con piedras filudas) y resbaladizo. La recompensa es que en esta zona se ven peces de mayor tamaño.

Peces más grandes al otro lado

Después de salir del agua, avanzamos hacia el sendero de La Bahía, un recorrido corto donde encontramos tres miradores que brindan otras perspectivas de Las Grietas, y al final nos topamos con una panorámica hacia Bahía Academia, otro rincón de Puerto Ayora.

Mirador en Las Grietas

 

Vista hacia Bahía Academia

Ahora que caminamos de regreso, paramos en la Playa de Los Alemanes, es pequeña y cuenta con pocos árboles que brindan sombra, los cuales son ocupados por quienes llegan primero. Nosotros optamos por dejar las mochilas bajo una sombra y meternos al mar.

Playa de Los Alemanes

El agua es cálida, puedes adentrarte varios metros y seguirá siendo poco profunda, perfecta para el snorkel, si son pacientes, podrán ver de cerca varias rayas, como la negra que cruzó junto a nuestros pies en la orilla.

Cuando la playa es una piscina natural

Aunque el cielo parezca nublado, el sol pega con fuerza, por lo que el protector solar es imprescindible si piensas relajarte en la arena durante unos minutos.

Raya en la orilla de la Playa de Los Alemanes

 

Otro día visitamos uno de los destinos más populares y alucinantes de la isla Santa Cruz: Tortuga Bay. Una playa de arena blanca y agua clarita. La única manera de llegar es caminando (aunque después vimos lanchas, supuestamente cobran entre USD $5.00 a $10.00 por pasajero). Nosotros partimos desde nuestro hospedaje, también se puede llegar en bicicleta o taxi –USD $1.50– hasta la entrada.

Playa Brava, Tortuga Bay

Una vez allí, es obligatorio registrarse con el guardaparque y acatar las reglas del área. Se recomienda ir lo más temprano posible, así se disfruta mejor de las playas –con menos turistas– y se camina con más calma el largo sendero de 2.5 km que conduce hasta la primera de las dos playas de Tortuga Bay; nosotros tardamos 25 minutos –a buen ritmo– hasta este punto.

La primera playa se la conoce como Playa Brava, está destinada a los surfistas, los bañistas deben tener mucha precaución si piensan meterse a nadar (nosotros los hicimos con marea baja, sin separarnos tanto de la orilla). Luego se debe avanzar 15 minutos sobre la arena para llegar a la Playa Mansa, aunque esta vez el camino se torna más agradable debido al paisaje.

Playa Mansa

En la segunda playa no hay olas, se puede alquilar kayak (USD $10 por persona) y hay abundantes árboles con sombra, asientos y colgadores de madera. Nos sentamos y acostamos en la arena durante largas horas con un libro, aparte de echarnos en el agua.

 

En un momento nos encaminamos hacia el sector donde la lancha recoge a los pasajeros, cerca de unas rocas junto al mar, es un punto donde pocos visitantes llegan y se obtiene una vista diferente de la playa.

Otra perspectiva de Tortuga Bay

Entre las dos playas, se forma una pequeña poza (junto al manglar) donde el agua se torna más cristalina y se pueden ver algunas especies de peces, aunque lo más llamativo son las iguanas marinas que nadan como profesionales; es una especie endémica de Galápagos, y puedes verlas hasta las 05:00 Pm, hora límite para permanecer en Tortuga Bay.

 

Rincón de ensueño

 

Iguana marina

Por la tarde pasamos por la Laguna de las Ninfas, desde el muelle que se ubica cerca de la entrada, vimos una tortuga marina que emergía para tomar aire, así como un cardumen que avanzaba sincronizado y otros peces grandes moviéndose en solitario. El agua cristalina facilitaba la visibilidad desde cualquiera de los muelles. Es un recorrido corto por un sendero (de ida y vuelta) en medio de la naturaleza.

 

Daban ganas de lanzarse

Justo antes del atardecer, nos dirigimos en taxi (USD $30.00 el vehículo ida y vuelta) hacia Highland View, más conocido como el Columpio Mágico. Se encuentra en la parte alta de Santa Cruz. En este sector se realiza un turismo de naturaleza y aventura, aunque los recorridos tradicionales incluyen una visita a Los Gemelos (dos volcanes extintos que se los ven desde arriba), Haciendas donde mantienen en cuidado a las tortugas gigantes y los extensos Túneles de Lava.

Una tranquilidad total en la Laguna de Las Ninfas

Esta vez optamos solo por el columpio porque partimos tarde y deseábamos ver los colores del atardecer (también para no engordar el presupuesto). Pagando USD $5.00 cada uno, podíamos realizar un sendero natural, sin necesidad de ir con guía, caminando en el interior del cráter de un volcán extinto, viendo fósiles, enormes árboles y adentrándonos en un oscuro y pequeño túnel de lava.

Un pequeño túnel de lava

Solo nos quedó pendiente ver la preparación de una bebida rústica porque, a la hora en la que fuimos, el encargado ya se había ido. Pero el cierre mágico, al terminar el sendero de casi una hora, fue aventarnos desde el columpio hacia el vacío y contemplar el paisaje desde lo alto. Solo nos agarrábamos de dos cuerdas y nos sentábamos sin ningún tipo de seguridad, aunque no sentíamos peligro alguno, nos lanzamos en repetidas ocasiones.

Volando sobre la isla

Si dispones de poco tiempo, puedes columpiarte pagando USD $3.00. La experiencia y la vista valen la pena, y aunque pensábamos que nos encontrábamos en una de las partes más altas de Santa Cruz, nos dijeron que existe un tour privado en donde te llevan caminando hasta las antenas telefónicas colocadas en la cima del cerro Croquet, el punto más alto de la isla.

Son pocas horas de ascenso, pero el nivel de dificultad es considerable. Cuesta USD $95.00 por persona e incluye otras montañas como el Puntudo y la Media Luna. Aunque hay hospedajes en la parte alta (ubicados por la zona de Bellavista) que cobran desde USD $20.00, según nos comentaron.

Un día por la mañana, tomamos otro taxi rumbo a la playa El Garrapatero, otro de los puntos imperdibles de la Isla Santa Cruz. Pagamos USD $40.00 por el vehículo (si lo pueden compartir entre cuatro personas, mejor), nos llevó hasta la entrada y, después de 4 horas, nos recogió, habiendo pactado previamente la hora, ya que en ese lugar no hay señal de celular.

El Garrapatero, una playa distinta

*Recomendamos pagar primero el 50 % y, una vez que los recoja, darle la parte restante. También pueden negociar el costo total por visitar la playa y después el Columpio Mágico, ya que se encuentra en el mismo camino.El Garrapatero cuenta con un área de camping (es de los pocos sitios para acampar en Galápagos), con mesas, bancas de madera y parrillas, los árboles de manzanillos crean un amplio techo natural para proteger las carpas del sol. Es necesario pedir permiso con anticipación para pernoctar.

 

Se puede alquilar equipos de snorkel y kayak –USD $10 por persona– para remar hasta una bahía, la cual no vimos tan cercana, y conocer otras playas en las que se consigue ver tortugas, rayas, tiburones y aves. Lo que sí logramos conocer, caminando frente a la orilla, fue una laguna, aunque lucía desolada.

Piscinas que se forman cuando baja la marea

Tomando hacia el lado izquierdo de la playa, atravesando unas rocas, se llega hasta una especie de ensenada, pequeña pero cautivante, sobre todo cuando baja la marea. Nos adentramos pisando sobre las piedras con precaución para no resbalar (necesario ir con zapatillas o chanclas).

Otros paisajes de la playa

El tiempo transcurrió tan de prisa, hubiésemos preferido permanecer en la playa una hora más, teníamos snacks y sándwiches para combatir el hambre, pero ya habíamos coordinado la hora con el taxista. Este fue nuestro último destino en Santa Cruz, sólo nos quedaba caminar por el malecón y la avenida principal, ya que al día siguiente partiría nuestro vuelo de regreso.

Pero no fue la única isla que visitamos ni los únicos recorridos que hicimos (Pasamos 4 noches en Isabela, en el siguiente artículo se los contamos). Ahora les recomendaremos los rincones para comer delicioso y a precios adecuados, así como el tema del hospedaje y algunos consejos adicionales para su viaje a Galápagos.

¿Dónde comer en Santa Cruz?

Como en cualquier lugar turístico, los restaurantes que se encuentran sobre las calles principales, son los que ostentan los precios más altos. Galápagos es considerado un destino caro, pero se puede abaratar costos en ciertos aspectos, y la comida es uno de ellos.

Por lo general, los platos de comida están entre USD $7.00 a $12.00 (los especiales de la carta sobrepasan este rango), pero a la hora de buscar almuerzos, encontramos menús sencillos de USD $4.00 sobre la Avenida Baltra (cercana al centro).

El precio regular es de USD $5.00, existe una calle llena de restaurantes, donde por la noche la cierran y colocan mesas en medio de las dos aceras. Los mariscos son frescos y exhibidos, dependiendo el tipo, puede aumentar el costo, incluso asimilándose como la de un restaurante costoso.

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Otro rincón donde almorzamos por el mismo precio, es en el K-rretón (pronto cambiarán el nombre a Laguna), se halla diagonal a la Laguna de Las Ninfas. A la hora de cenar, escogimos dos restaurantes sobre la calle principal en el centro: il Giardino y el Muelle de Darwin, ambos deliciosos y destinados más hacia los turistas. Los precios oscilan entre los USD $10.00 y $12.00 por plato.

Para probar un sabor dulce, los helados de Galapagos Deli son espectaculares, ahí también venden buenas pizzas. Y si buscan un restaurante de sushi, Midori es el indicado.

¿Dónde dormir en la Isla Santa Cruz?

En Santa Cruz, siendo un destino costoso, hay hospedajes para todo tipo de viajero, desde habitaciones aisladas en medio de la naturaleza, hasta cuartos compartidos con desayuno incluido.

Nos alojamos cuatro noches en el Galápagos Best Hostel, que próximamente pasará a formar parte de Hump Day Hostel. La mayor ventaja de nuestra habitación, aparte de tener baño privado, aire acondicionado y televisor, era que contaba con una pequeña cocina adentro, con refrigeradora, microondas, cubiertos y lavaplatos, perfecto para prepararnos nuestra propia comida saludable y ahorrar dinero.

Costaba USD $40.00 con desayuno incluido. Las camas en la habitación compartida tenían un valor de USD $15.00 por persona. El trato y la atención fue perfecta. Eso sí, el wifi en Galápagos maneja una velocidad pésima, una razón más para considerarlo un destino de desconexión total.

* Información y Consejos Adicionales para Galápagos

Lanchas y Tours

Desde Santa Cruz se puede tomar una lancha y visitar otras de las islas del archipiélago, como San Cristóbal, Floreana e Isabela (las únicas habitadas por humanos), donde puedes pasar más de una noche, o tomar algún tour por el día para navegar hacia Bartolomé; aún no lo hemos hecho, pero muchos aseguran que regala una de las mejores postales de Galápagos, sin embargo, el único factor a considerar es la distancia, ya que son casi cinco horas en total navegando, y poco tiempo caminando o haciendo snorkel.

Otra opción más cercana, y económica, es tomar un tour hacia la Isla Santa Fé o Pinzón. Generalmente, los precios de estos últimos recorridos suelen costar alrededor de USD $100.00. Haciendo clic aquí puedes tener una idea más clara de los precios y lo que incluye cada uno.

Es probable que, una vez estando en la isla, consigas contratar cualquier tour a un precio más económico, sin embargo, el tiempo que emplees en buscar y averiguar costos de una agencia a otra –que aparte te genere confianza–, lo puedes aprovechar mejor en visitar alguna playa o hacer snorkel, si antes reservas tu cupo por internet.

Hay recorridos que se realizan solo ciertos días, y sus salidas tienen mucha demanda (dependiendo también de la temporada), por lo que se llenan rápidamente. Si visitas Galápagos con los días contados, perderás tiempo hasta conseguir una fecha con espacio disponible, sobre todo si viajas acompañado de una o más personas.

Es por eso que recomendamos reservar desde la página de nuestro amigo Choko (también bloggero y viajero ecuatoriano), hemos tomado algunos de los recorridos que ofrece y la experiencia ha sido formidable, son empresas de suma confianza y verdaderos profesionales.

Si lo haces a través de este link, nosotros obtendremos una pequeña comisión (sin que te agreguen un costo adicional) que nos ayudará a seguir viajando y creando más contenido.

Con respecto a las lanchas que se toman para trasladarse de una isla a otra cuestan USD $30.00 por pasajero –sólo ida–. Duran aproximadamente dos horas, en las cuales, dependiendo de la marea, pueden resultar apacibles o llena de brincos. Nosotros optamos por tomar –previamente– una pastilla para el mareo e ir durmiendo. También existen pequeñas avionetas, pero de seguro los precios son mucho más elevados.

 

 

Si tu primer destino es Santa Cruz, recomendamos viajar hacia la Isla Isabela (la más grande, natural y de nuestras favoritas). Nosotros lo hicimos en la lancha de la empresa Angy que partía a las 07:00 Am, había otro horario por la tarde, pero preferimos aprovechar el día desde temprano.

En el muelle de cada isla, los guarda parques primero revisan las maletas (para no introducir frutas ni semillas de una isla a otra) antes de permitirte el paso, por lo que es aconsejable presentarse 30 minutos antes de la hora de salida. Los bote taxi que te trasladan hacia las lanchas, cobran USD $0.50.

Si se te dificulta ir caminando porque tu hospedaje se ubica lejos del muelle, puedes escribir a esta compañía: Express Taxi Galápagos +593 98 807 0487, para que te recojan (a veces es difícil encontrar un taxi disponible en la calle tan temprano). Este servicio cuesta USD $2.50 –el vehículo–.

También existe la posibilidad de llamarlos el día que debas dirigirte al Aeropuerto Seymour. El taxi puede ser compartido por cuatro personas, si son sólo dos, ellos se encargan de conseguir a los demás pasajeros. En ese caso, el valor a pagar es de USD $8.75 por cada uno, poco más del valor del bus, con la diferencia de llegar en media hora al canal de Itabaca.

¿Cuál es la mejor época para visitar Galápagos?

Por lo general, los mejores meses son de enero a mayo, similar a la temporada playera de la costa ecuatoriana, aunque se estiman grandes lluvias, nosotros fuimos la segunda semana de mayo y no tuvimos ninguna complicación. La temperatura del agua es más cálida y los días soleados.

En cambio, de julio a diciembre son meses ligeramente nublados, con menos sol y el agua helada, pero es la época preferida para los buzos porque ven una cantidad diferente de especies marinas.

Las veces que hemos ido a las islas encantadas, nuestra estadía ha sido entre 10 a 15 días, pero esta vez sólo fue por ocho y los disfrutamos al 100 % desde que pisamos tierra.

Esperamos que esta guía –y las demás– te haya ayudado a planificar mejor tu viaje a Santa Cruz con el fin de vivir una experiencia única, en un sitio tan especial.

 

Viaja la Vida