¿Cómo reconocer a un legítimo curandero?

En los últimos 20 años, hemos sido testigos del florecimiento de personajes que afirman ser sanadores cuánticos, facilitadores de sustancias enteógenas o curanderos. Individuos de diferentes edades y procedencias, supuestos conocedores de métodos indígenas para sanar el cuerpo y el alma. Por lo que es fácil ser engañados o seducidos por sujetos carismáticos que dicen poseer poderes sobrenaturales y permisos ancestrales para ser curandero.

Se debe ser precavido y cauteloso antes de asistir a una terapia chamánica o empezar a frecuentar a un curandero. Hay ciertas consideraciones que debiésemos tener en cuenta para elegir un médico tradicional.

Primero que todo, deberíamos preguntarnos: ¿Qué es ser curandero?

En las tradiciones ancestrales americanas, un curandero es una persona que ha sido iniciada en los misterios del mundo espiritual y las fuerzas que lo dominan, quien ha sido guiado durante su aprendizaje por un maestro experto en la ciencia de la magia de la naturaleza. Y quién posee el conocimiento de las hierbas medicinales que le permiten curar a sus pacientes.

Es un sacerdote espiritual, que puede abrir y cerrar puertas al mundo cuántico a través de diversas ceremonias con plantas medicinales o psicoactivas, siendo capaz de guiar procesos de armonización física, psico-emocional y espiritual en sus pacientes. Para ello, debe tener estudios en los fundamentos, métodos y prácticas de la tradición medicinal en la que esté iniciado.

Parte de conocer los secretos de las plantas, es también ser un hombre o mujer de la tierra, con esto me refiero a que, por lo general, los curanderos cultivan y cosechan sus propios remedios. Siendo profundos conocedores de la flora y fauna de sus regiones.

Para tener en cuenta

Son pocos los curanderos que conocen la forma correcta de extraer un remedio, pues las cortezas, raíces y las resinas de los vegetales solo se obtienen bajo ciertas condiciones espaciales y temporales. Factores como la fase en que se encuentra la luna, el instante del día en que llega el sol al tronco, o el período de fertilidad de la tierra, influyen al momento de recolectar una medicina.

Muchas veces nos encontramos con “curanderos” que consiguen sus “medicinas” en algún mercado turístico herbolario para hacer sus ceremonias. Por lo que una buena pregunta, al conocer un terapeuta, sería saber cómo obtuvo su medicina.

El aprendizaje

Un verdadero curandero, aprende en el lugar de origen de la medicina que convida. Si es ayahuasquero, en la amazonía con un maestro ayahuasquero; si es peyotero, en el desierto de Wirikuta con un marakame; si se dedica al cactus San Pedro, en la costa norte del Perú con un sacerdote andino, por ejemplo.

Lamentablemente, debido a la colonización europea, hay muchas tradiciones espirituales que se perdieron con la muerte de su linaje, siendo el caso de los rituales con el sapo del desierto de Sonora, bufo alvarius, secreción de un anfibio que produce efectos psicoactivos. Por lo que, si el chamán practica una tradición muerta, no cabe duda que es un impostor.

Importante

No existen cursos, universidades o seminarios de curanderismo, pues es un estudio de toda la vida.

Si el curandero posee un diploma que avale su “conocimiento”, deberíamos sospechar al respecto. Ni siquiera los curanderos de más alto grado o rango han terminado su estudio.

La posibilidad de que un occidental pueda aprender curanderismo, solo existe en algunas culturas indoamericanas, pues en otras tradiciones, el poder para convertirse en maestro emana de los Dioses de la naturaleza, quienes eligen a los individuos que desempeñarán el rol de médico espiritual de la comunidad, desde mucho antes de su nacimiento.

Consideraciones

Un curandero de verdad, es parte de una tradición iniciática mística que remonta a los albores de la humanidad, la cual ha sido traspasada de maestro a discípulo de generación en generación, donde el conocimiento y el poder espiritual son transmitidos a través de rituales con plantas medicinales y enteógenas. Por lo que otra pregunta interesante para hacer, sería conocer el linaje del terapeuta.

Otra consideración que debiésemos tener, es que no todo nativo es curandero, o que todo curandero es nativo. Hay muchos occidentales entrenados en el arte del curanderismo, quienes han sido iniciados con un legítimo maestro que les ha traspasado su linaje espiritual durante su aprendizaje.

Estos saberes varían según el contexto cultural en el que se forme el curandero. Siendo sistemas médicos ancestrales con metodologías de estudio bien definidas. En las que el estudiante debe a experimentar diversas pruebas para convertirse en médico, siendo las más comunes: ayuno, abstinencia sexual, tomas de plantas maestras, prolongados retiros en el monte, desierto o en la alta montaña. Caminos que tienen un punto de inicio, pero que son infinitos, por lo que otras preguntas que nos podrían guiar en el proceso de elección de un terapeuta, serían: ¿Cómo aprendiste?, ¿Cuál fue la última vez que tuviste un retiro/ayuno/dieta? Y ¿Con qué frecuencia lo haces?

No todo curandero ocupa traje ceremonial, collares y plumas. Por lo general, son reservados con su aspecto y oficio, pues el exponerse demasiado puede traerles enemigos.

Cuando nos embarquemos en la aventura de encontrar a un legítimo curandero, debemos asegurarnos de que utilice su poder para hacer el bien, es decir, sanar a las personas. En lugar de hacer el mal, como los “brujos” o “maleros”, sujetos que utilizan la magia de la naturaleza con fines egoístas, como cobrar venganza, hacer uniones de pareja o “amarres”, o hacer hechizos para enfermar o dañar a otros.

Mito

Un mito que suele circular sobre los curanderos, es que estos no deberían cobrar por su trabajo, esto solo es cierto cuando trabajan con su comunidad de origen, en la que practican el trueque o la reciprocidad.

Otra precaución para tener en cuenta es que antes de asistir a una ceremonia con plantas sagradas, se nos debería indicar realizar una preparación previa, que puede ser un ayuno, dieta o régimen alimenticio, el cual limpiará el cuerpo para recibir la medicina.

También suele haber restricciones respecto a el uso de fármacos, drogas y alcohol antes de asistir a una sesión. Si es que el médico tradicional no ha pedido ningún tipo de preparación, es otra buena razón para sospechar que no se trata de un verdadero curandero.

Ojo

Es necesario saber que el curandero nunca toca a sus pacientes, a no ser que se trate de un recomponedor de huesos, un sobador o una partera. Por lo general, la proximidad física entre el médico tradicional y su paciente se reduce a una distancia prudente para poder soplarlo, sahumar su cuerpo o aplicarle un remedio. Durante una terapia chamánica, jamás será necesario desvestirse o tener contacto físico íntimo con el terapeuta.

También cabe mencionar, que las tomas de plantas enteógenas o psicoactivas son instancias introspectivas y no recreativas, por los que se realizan en contextos ceremoniales determinados, buscando entablar una conexión con la inteligencia vegetal de la medicina, las cual nos ayudará a encontrar respuestas claves para nuestro proceso de sanación y evolución espiritual.

Si quieres saber más, visita www.Ojodeluna.org

Valeria Ayala