Maravillas naturales en antiguas zonas guerrilleras atraen a turistas en Colombia

Montañas, ríos de aguas cristalinas, selva amazónica, aves y animales salvajes son algunos de los atractivos que hoy pueden disfrutar los turistas en regiones colombianas que antes del Acuerdo de Paz, se conocían como las más peligrosas de América.

De todos los lugares del mundo llegan los turistas atraídos por la biodiversidad, las pinturas rupestres que datan de más de 10 mil años, las impresionantes cascadas y los pozos naturales anteriormente invisibilizados por el conflicto armado y el temor a los secuestros.

El Guaviare, departamento al sur-oriente de Colombia en donde los pastizales ganaderos se encuentran con la selva virgen de la cuenca del Amazonas, ha comenzado a recibir grupos de turistas tras la desmovilización de los excombatientes de la guerrilla más grande del continente y luego de la reactivación económica post-pandemia.

El compromiso

En el Guaviare se siente el compromiso con la paz de miles de excom

batientes que, junto a varios campesinos de la región, dejaron de sembrar matas de coca, materia prima para fabricar la cocaína, y decidieron apostarle al turismo sostenible, a proyectos agrícolas y artesanales, con la ayuda de la cooperación internacional y el acompañamiento de las entidades promotoras de turismo colombianas.

El municipio de Mesetas, en el Meta, que fue históricamente un territorio controlado por las FARC, se abrió al turismo desde el Acuerdo de Paz de 2016 con sus imponentes cascadas entre montañas y bosques que alguna vez caminó Rafael Guaduas cuando portaba arma y camuflado en la guerrilla.

“Pueden ir tranquilos a gozar de uno de los paraísos que están escondidos, porque en la guerra nadie podía ir allá. Hoy en día pueden ir sin temor de absolutamente nada”, dijo a la Voz de América Rafael Guaduas, que desde que entregó sus armas en 2016 se dedica a guiar a los turistas por los tesoros naturales que por años fueron corredores de desplazamiento de las FARC.

Los proyectos

Son 12 proyectos dirigidos por firmantes del acuerdo que han recibido capacitación de organizaciones como Paz con la Naturaleza y el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, donde los excombatientes se capacitaron como guías turísticos.

“Hemos capacitado posiblemente de 250 a 300 firmantes del acuerdo de paz y los hemos capacitado en diferentes áreas, desde la documentación de la biodiversidad, planes de negocios, monitoreo de la deforestación, ciencia participativa”, explicó a la VOA Jaime Góngora, director de Paz con la Naturaleza.

El Guaviare fue uno de los departamentos más conflictivos de Colombia, en donde operaba el Bloque Oriental de la guerrilla de las FARC, con al menos 4 mil combatientes. Los enfrentamientos con la fuerza pública y los ejércitos privados al servicio del narcotráfico imposibilitaban el turismo. Hoy la realidad es otra para la capital guaviarense y otras regiones del país que tienen reducida la intensidad del conflicto armado. La población local y los turistas agradecen el proceso de paz y piden más compromiso político para sostenerlo. «Vine por el proceso de paz. Antes había temor de andar por la selva por la seguridad, hoy encuentro tranquilidad, buena comida y paisajes increíbles”, dice Martha Niño, turista de 60 años, comerciante de Bogotá.

 

⇒ Con información de Voz de America, Al punto y DW

Denisse Espinoza