En Indonesia, un hombre plantó más de 11.000 árboles para devolver agua al bosque

Un ejemplo para el mundo…Un hombre plantó 11.000 árboles en el centro de la isla de Java. Hablamos de Sadiman, un abuelo de 68 años, quien ha logrado revertir los estragos de las sequías y la deforestación al plantar durante 23 años.

Por su amor y dedicación con la Tierra, el anciano fue reconocido por el gobierno de Indonesia y varias organizaciones luego de que sembrara estos árboles en 250 hectáreas de bosque, logrando que el agua regresara a la zona, abasteciera a los pobladores y se pudiera combatir la erosión y conservar el ecosistema.

Este agricultor en la aldea de Dali, en Wonogiri, desde 1996, ha estado alentando a los residentes locales a plantar más árboles en la cercana colina Gendol en un intento por frenar una grave crisis de agua que solía golpear la aldea, especialmente durante la estación seca.

La iniciativa

La iniciativa inició hace más de dos décadas cuando Sadiman decidió combatir la deforestación que se intensificó por varios incendios en la ladera sur del volcán Lawu, también debido a que la colina que fue deforestada severamente debido a las extensas actividades de tala y una serie de incendios forestales que tuvieron lugar desde la década de 1960 hasta la década de 1980.

La deforestación extrema hizo que el río Gendol, que solía ser la única fuente de agua para los aldeanos se secara rápidamente, poniendo a los residentes locales en una grave crisis de agua que duró años.

“Descubrí que muchos árboles de caucho ya no producían látex de caucho. Entonces me di cuenta de que la crisis del agua era demasiado extrema. Incluso los troncos de los árboles se habían secado”, indicó Sadiman.

Sintiéndose alentado para salvar a su pueblo de la prolongada crisis del agua, el padre de dos hijos usó su propio dinero para comprar plántulas de árboles y las plantó sin ayuda en cada parte de la colina. Entre los árboles se encuentran el banyan y el lamtoro.

«A diferencia de los árboles de caucho que absorben el agua subterránea, los banianos pueden retener el agua subterránea. Cuanto más plantados sean los árboles de higuera, más aldeanos obtendrán agua limpia”, dijo el agricultor.

La Recompensa

Tal esfuerzo, sin embargo, tiene un costo económico importante, ya que las plántulas de banyan, por ejemplo, se venden actualmente a alrededor de Rupias 100,000 (US$ 7.10) por pieza. Para mantener viva su campaña, durante los últimos años, Sadiman ha estado cultivando plántulas de clavo frente a su casa y las intercambia cada 10, por una plántula baniana de un metro de altura.

Después de 19 años, este hombre que plantó toda su vida, dijo que no podía recordar cuántos árboles sembró en la colina previamente deforestada. Sin embargo, los datos de la oficina del subdistrito de Geneng informaron que al menos 11,000 árboles, incluidos 4,000 árboles de higuera, se habían plantado en los últimos 19 años.

Hoy, todos los días, el agua fluye desde el pie de las colinas a través de tuberías para satisfacer las necesidades de agua y riego de al menos 800 familias que viven en la zona.

Más residentes también han apoyado los esfuerzos de Sadiman entregando, entre otras cosas, plántulas gratuitas o uniéndose a él para plantarlas en las colinas.

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Recompensa

La agencia de desastres indonesia (BNPB) y líderes del Gobierno local le entregaron en su pueblo, Geneng, 100 millones de rupias (6.300 euros o 7.000 dólares) por inspirar a la gente y realizar su tarea sin recibir ningún pago ni esperar nada a cambio.

Un ejemplo para el mundo

En medio de la lucha que vive el planeta por mitigar el cambio climático, el logro de este hombre que plantó durante toda su vida, se ha convertido en un gran ejemplo para el planeta.

El anciano financió gran parte de las semillas de banianos y otras especies para reforestar la zona, aunque algunos de los residentes comenzaron a plantar también árboles y apoyar económicamente la compra de semillas durante los últimos años.

De acuerdo con World Resources Institute, aunque la deforestación del bosque tropical primario en el país asiático se ha reducido en los últimos años con la implementación de nuevas políticas gubernamentales, Indonesia aún es el tercer país que más bosque tropical perdió en 2018, con un total de 340.000 hectáreas.

 

 

⇒ Con información de America Digital e Inspimundo

Denisse Espinoza